domingo, 21 de febrero de 2016

Baile de verano (Paternidad Albinegra)

  El mayor triunfo de visitante en la historia del clásico patagónico fue en enero de 2007, Cipolletti vencía 3 a 1 en el Luis Maiolino y quedaba como único puntero de la zona 1 del Torneo Argentino B. Si bien hubo goleadas más holgadas en visitas clásicas fueron en el marco de la Liga Deportiva Confluencia, por certámenes organizados por el Consejo Federal aquel 3 a 1 fue la mayor diferencia conseguida alcanzada en cancha rival.

  Aquella calurosa tarde fue la última vez que por un torneo Argentino se jugó con dos públicos en el estadio "Luis Maiolino". Con incidentes en las tribunas el partido se retrasó. Dentro de un trámite parejo pero emotivo en los primeros minutos, el Albinegró se apoderó del partido con una efectividad poca veces vista. A los 32 minutos, "el máquina" Jorge Cid entró al área y fue derribado por Daniel Atay,  José Luis Higueras no dudó en cobrar penal. Oscar Padua marcó su tercer gol ante los naranjas y a partir de allí, el ataque cipoleño fue letal, Con un Deportivo Roca que no encontraba respuestas, Daniel Caroú se hizo dueño de la pelota y del partido. A los 45 el 10 de Allen habilitó a Mariano Figueroa que había ingresado por la lesión de Luna y el defensor convirtió el gol más importante de su historia futbolística. Cinco minutos más tarde, Padua y Carou hicieron una pared que dejó al enganche frente al arquero para decretar el 3 a 0. En el complemento, Cipo manejó el trámite mientras su hinchada deliraba en las gradas, sobre el final Raúl Guiñez descontó pero la historia no cambió.
   Mariano Figueroa recuerdó ese partido con Corazón Albinegro. "Un día de clásico en el Argentino B con nuestra hinchada copando la cancha, mucho calor, mucho colorido. Me tocó entrar y marcar el gol. liquidando el clásico. Teníamos un equipo muy unido y con una única ilusión que la logramos pocos meses después con el ascenso. Haber podido jugar ese tipo de partidos con nuestra gente y gritar con ellos el gol de visitante en cancha de Roca es algo que siempre quedará en memoria de todos". Actual técnico de formativas en el Club Cipolletti nos comentó que "como profe de inferiores, uno trata de volcar su conocimiento y su experiencia para que los chicos sepan lo importante que es aprender día a día con esfuerzo y dedicación, y que vivencien lo lindo que es jugar un clásico siempre dentro de un marco deportivo. Saber que en un futuro, ellos van a ser los responsables de defender los colores del club. Que tengan las herramientas y la capacidad para poder enfrentar este tipo de partidos tan importantes para un jugador de fútbol."


 

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